miércoles, 22 de abril de 2009

NECESITO

Necesito el roce de una mano cálida, gesto suave,
que me quite el frío de esos temores que me detienen.
Y el manso susurro de una voz amiga,
cuyo eco sosiegue las borrascas de mi alma.

Necesito detener el tiempo y aspirar con ímpetu,
la fresca brisa de las madrugadas,
que al penetrar en mi pecho extinga las brasas,
de los desánimos que parecen no tener fin.

Necesito sentirme por un instante tan débil,
que deba buscar refugio en un pecho enérgico,
Dulce morada donde pueda recoger mis sueños,
para retornar el vuelo con alas sanas.

Necesito que el dolor no me robe el aliento,
y que sea el amor quien permita,
que cuando me refleje tu mirada pueda verme,
sin el antifaz que me mantiene de todos tan apartado.

viernes, 10 de abril de 2009

DANIEL DE BUENOS AIRES


Se dibuja tu imagen en el atlas de mis sueños,
tu sombra adquiere las tonalidades de San Telmo,
y tu piel el aroma de ese café bohemio que con tibieza,
refugia entre sus muros tus quimeras.

Tus manos realizan mil prodigios al trazar sobre el teclado,
ese infinito de palabras que el alma acaricia,
la savia fresca de tu risa se convierte mansamente,
en el sol que resplandece en mis rutinarios días.

Te percibo, hombre recto de mirada fuerte,
recorriendo las añejas calles de edificios altos,
que esconden mil historias entre sus paredes,
mudas testigos de pasiones ocultas y lamento sin expresar.

Distingo entre la gente tu sonrisa firme y tu rostro franco,
al saludar respetuoso a los que estimas de verdad,
mientras tu voz que con eco de tango te presenta:
Buenas tardes, soy Daniel… de Buenos Aires.