miércoles, 17 de junio de 2009

COMO UN GATO


Te deslizas a mí alrededor con gracia felina,
mientras brota la suplica que no esperes demasiado,
en tomarme entre el gentío como amable botín,
para dejarme sobre el cuerpo y el alma tus señales.

Destella en tus ojos esa luz sublime,
que como un faro ardiente me guía,
al principio de este abismo sin final,
de anhelar tus prodigios en mis días.

Tu voz murmura en mis oídos esos susurros
regados de suaves palabras que parecen ronroneos.
Y nace en mi interior la esperanza de que logres,
hacerme abandonar todos mis recelos.

Cuando llega el gesto suave que me envuelve,
como los mimos de un gato que juega con su presa,
dejo libres los deseos que mi interior guarda,
y cedo ante la delicia de permitir que goces de mi néctar.

1 comentarios:

Rinconcito dijo...

maravilla de "ser presa" de este modo