lunes, 6 de julio de 2009

TUS MANOS


Matiza tus ojos el fulgor que enciende mi cuerpo,
me agito inquieta reclinada sobre tu pecho,
pidiendo que no tardes en buscar mi ardor,
entre los pliegues más secretos de mi piel.

Tus dedos mágicos trazan caricias reveladoras,
que con su ímpetu arrancan de mi pecho trémulo,
esos gemidos apasionados que te revelan,
el placer que en mi interior provocas.

Masa ardiente que desciende por mi universo carnal,
dejando sus señales más intensas,
mientras mi alma de puro ensueño promete,
que este amor vivirá eternamente.

Te siento explorar con apetito dentro de mí
tu boca de mis labios se apodera febril,
y con la sed que viene de tiempos antiguos,
me despojas de la savia fresca de mi esencia de mujer.